09/08/2025 - 07/09/2025
Sudarios
de Martha Greiner Curaduría: Cynthia Blaconá y Sabina Florio

desde el 9 de agosto al 7 de septiembre de 2025
Una instalación de Martha Greiner, con la curaduría de Cynthia Blaconá y Sabina Florio,a partir de la serie “Sudarios o poética del adiós”, una obra con diferentes piezas, muchas de las cuales forman parte de la colección del Museo de la Memoria. Una obra que concibe al cuerpo como un lugar de enunciación, como una presencia afectiva, casi espectral, que convoca a los ausentes para una política transformadora.
En el marco del mes del Día Internacional de las Víctimas de Desaparición Forzada (30 de agosto), la instalación de Martha Greiner irrumpe en el Museo de la Memoria como una presencia que da cuerpo a las ausencias, a través de una serie de paños suspendidos que habitan rastros, contornos, huellas borrosas que convocan a quienes ya no están, pero siguen latiendo en la memoria colectiva. Una obra nos enfrenta a la materialidad del duelo inconcluso y propone una poética del adiós como gesto político: un modo de insistir en la búsqueda, de resistir al olvido, de transformar el dolor en memoria activa.
Texto curatorial
Sudarios.
Martha Greiner
Por Cynthia Blaconá y Sabina Florio
“Tal vez sea por esto
que pensar en un hombre
se parece a salvarlo”
Roberto JuarrozMartha Greiner (Rosario, 1940) es una artista que ha desplegado una significativa trayectoria en nuestro campo artístico desde su participación en el grupo de vanguardia de los años sesenta hasta la actualidad. Sus proposiciones siempre dialogan y se dejan atravesar por el espacio social. En el caso de la serie de los Sudarios, Greiner, concibe al cuerpo como un lugar de enunciación, como una presencia afectiva, casi espectral, que convoca a los ausentes para una política transformadora. Del latín sudarium -tela que envuelve a los muertos-, las imágenes que allí quedan impresas son contornos borrosos de corporalidades que brotan desde paños que parecieran reponer un potencial dispositivo del recuerdo ligado a la memoria de los desaparecidos.
La serie de los Sudarios fue exhibida en marzo de 2013, en el espacio de la Asociación Gremial de Docentes e Investigadores de la UNR, COAD. Uno de los Sudarios fue marchado el 24 de marzo de 2019 en el marco de la acción colectiva El Panfletazo, la serie fue exhibida también en 2021 en el espacio de la Biblioteca Argentina y una zona de la misma fue donada por la artista en 2022 al Museo de la Memoria de Rosario. En esta oportunidad los Sudarios están acompañados por una intervención sonora propuesta por Emiliana Arias (música, autora de La ruta de las campanas).
Sobre largas telas traslúcidas, Greiner estampó huellas que en su conjunto instauran una memoria colectiva que otorga a la ausencia un espacio de aparición para que recobren su fuerza y resistencia, esa fibra arrasadora desde la que el pasado puede interrogar el presente. El montaje entre cuerpos –o fragmentos–, hace visible los procesos de indagación formal a los que la artista recurre con frecuencia: las sedas pintadas, la caja de luz, lo multisensorial y performático, lo sonoro que dan continuidad tanto a la ausencia de los cuerpos como a su irremediable presencia. Una continuidad de la ausencia que se expresa en los vestigios de los cuerpos humanos pero que renace en cada recuerdo, cada mirada, cada semilla que crece y se bifurca.
La semilla es otro elemento recurrente en la obra de la artista. Todo comienza con una semilla, y a medida que el tiempo transcurre, entre sonido y desplazamiento, las imágenes en los paños se acompañan mutuamente en un ritual íntimo. La semilla es ante todo movimiento, ciclo vital. En la poética visual de Martha la semilla es memoria poética, transforma la materia mineral primigenia en vida, la historia de la semilla, precisamente como la de los ausentes, se rastrea en el infinito. Así, como hemos escuchado el místico repicar de una campana convidando a la liturgia, el borboteo de campaneos propuesto por Emiliana Arias condensa clamores que aún quieren despertarnos a la vida.
Creemos que lo que deja un contexto histórico tan violento y traumático como el de la última dictadura cívico-militar es mucho más que los cuerpos secuestrados, brutalmente torturados y desaparecidos, sino también deja una cicatriz en el cuerpo de los vivos que tienen que recuperar sus propias fuerzas vitales para elaborar, tramitar y reinscribirse en la memoria a través de los años.
Los Sudarios se agitan suavemente con cada nuevo recorrido, emergen en cada nueva contemplación, germinan con cada reminiscencia e irrumpen con cada nueva reflexión. Esta instalación poética de Greiner nos ofrece un pasaje, una posibilidad de situar cultural e históricamente a los cuerpos ausentes, pero también nos brinda un espacio común entre la ausencia y la presencia para que la memoria recupere su potencia».