Y con esta luna...: cartas desde la cárcel

Charo Noemy Moreno. Buenos Aires: Elemento Disruptivo Editora, 2015. 349 p.

Durante caso 10 años (!10 años!) una joven de 17 se va volviendo adulta. Obviamente le van sucediendo montones de cosas como a todo el mundo en esa cantidad de tiempo. Incluso tiene un hijo al que le pone Andrés. Hasta aquí, lo que podria ser la sinopsis de una novela de aventuras adolescente. Pero hay algo extraño en el personaje: la joven (que luego se hará adulta) no decide por si misma casi nada. Pero no es por abandono, abulia, inercia o depresión. Es porque otros deciden por ella.
Durante todos esos años (del '74 al '84) Charo Moreno, uruguaya, permanece prisionera en cárceles argentina; sostenida por su propia fe en algo que casi no podemos llegar a nombrar y por la palabra. Diez años de palbras -trabajosa y amorosamente dirigidas a su madre - que inventan sin cesar el mundo (el propio, el de la cárcel y el extraño; el afuera que imagina) como si sospechara - tan pequeña y tan inmensa- que el universo entero es de letras y palbras, que todo es texto pero que a pesar de ello (como dicen los cabalistas hebreos) no hay una lectura definita ni absoluta; el texto resta siempre ilegible: la fidelidad es al porvenir, a lo no pensado aún. Pero si el hombre detuviera su escritura el mundo se evaporaría. Desde el nivel de la experiencia inmediata, no de sus reflejos lejanos, la lectura de estas cartas va armando y desmoronando - delante de nuestros ojos- mas de tres mil días con sus noches en un infinito y paciente trazo donde es tan significativo lo que se dice como lo que se calla. Todas las cartas llevan el sello de CENSURADO, que - en la particular mirada de los represores - aluda a PERMITIDO.
Curiosa paradoja del infierno en la tierra.

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