Denuncian en la Justicia el asesinato de Horacio Machi, en 1977

Diario Rosario12 - 23/04/2014

Reivindicar una vida volcada a la militancia

Por Sonia Tessa
El 1º de marzo de 1977, Horacio Machi fue asesinado en un operativo conjunto del Ejército y la policía provincial en su casa Riccheri 4848, en la zona sur de Rosario. Conducción nacional de la Juventud Universitaria Peronista, Horacio había llegado a la ciudad tras la caída de la conducción local, como responsable de la JUP. Vivía junto a su esposa Nora Patrich y sus dos pequeños hijos: Nicolás de dos años y Laura, de sólo dos meses. En el momento del asesinato, por el peligro que corrían, Nora y los chicos estaban en Buenos Aires, a resguardo. Por teléfono ella supo lo ocurrido. En todos estos años, lo denunció en distintos ámbitos, pero recién hoy lo hará ante la justicia. Esta mañana, Nora se presentará como querellante ante el juez federal Marcelo Bailaque en el marco de la llamada causa Feced.

Nora Patrich es artista plástica. Apenas asesinaron a su marido debió exiliarse en Canadá, donde vivió muchos años. A Rosario recién volvió en 1991, porque ganó unos pasajes. Entonces, pudo hablar con vecinos que le contaron el operativo en el que mataron a Horacio. Años después, en 2010, Nora estuvo también para pintar un mural recordatorio de su compañero, en Richieri y Fragata Sarmiento, a la vuelta de la casa donde lo mataron. "Murieron para que la patria viva", dice aquel mural, pintado con el Colectivo de Ex Presos de Rosario el 17 de marzo de 2010.

Nora está en la entrevista acompañada por Agustín Prospiti, un militante de la agrupación Martín Fierro que la viene ayudando a reconstruir la historia de lo ocurrido con Horacio, conocido como El Bebe. También la acompaña Susana "Susú" Machi, hermana de Horacio. Susú fue quien convenció a Nora de la posibilidad de hacer la denuncia penal. "Susú me planteó que le gustaría abrir una causa por Horacio, y yo le dije que lo había hablado con los chicos, y que hubiese querido siempre, pero tenía la idea de que era tan lejano, tan inalcanzable", dice Nora, que busca varias veces la mirada de su cuñada para completar el rompecabezas de la historia. Nora creía, además, que tenía muy pocos datos para iniciar una denuncia penal.

Así, se contactó con Gabriela Durruty y Jesica Pellegrini, abogadas del equipo jurídico de Familiares de Detenidos y Desaparecidos por Razones Políticas. "Ella siempre denunció pero no lo hizo en la justicia de Rosario. Pensó que ahora, que los juicios volvían a tener contenido punitivo, no se podía hacer nada, considerando que tiene pocos datos concretos", expresó Durruty sobre la posibilidad de iniciar ahora la causa. "Habiendo pasado el tiempo desde 2003, cuando se reabrieron los juicios y con los procesos que ya hubo, estamos en condiciones de entender mucho mejor el mapa de la represión. Por tanto, con esos datos que Nora tiene, la fecha del homicidio y el lugar donde ocurrió, ya podemos pedir que se establezcan responsabilidades", indicó Durruty. Desde hace años, Nora guarda un documento firmado por Raúl Guzmán Alfaro, que era jefe del Servicio de Informaciones, en el que da cuenta del asesinato de Machi.

Para Susú, la posibilidad de juzgar a los culpables tiene un valor "fundamental". "Primero es una reparación para los que no están, después viene todo el resto. Es la reparación que la sociedad hace con los que en algún momento dieron su vida", dijo la mujer que tiene dos hermanos desaparecidos: Horacio y Alcira, secuestrada en 1980.

A partir de la posibilidad de radicar la denuncia, Nora advirtió que "cada causa no es solamente justicia en lo personal, porque a mi marido le pasó esto, sino que tiene un sentido colectivo" y concluyó que "es un entretejido. Cada historia, cada relato, cada información que uno aporta, además de recuperación de memoria, hace a que otros que por ahí no tienen tanta información de sus familiares puedan reconstruir también lo ocurrido con ellos".

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