Sepultarán los restos de una militante asesinada por la dictadura en Baigorria

La Capital - 09/07/14

Estudiante y dirigente. Montenegro estudió en la Facultad de Psicología y fue responsable política en la Regional Rosario del PRT y el ERP.

Los restos de Irma Elena Montenegro, militante política asesinada en Granadero Baigorria durante la última dictadura serán restituidos a su familia en una ceremonia que se realizará mañana a partir de las 9.30 en el cementerio de Puerto San Martín.

El gobierno militar había entregado su cuerpo en un cajón cerrado a su madre, quien la veló y sepultó en San Lorenzo sin la certeza de que se tratara de su hija. La confirmación la dio recientemente el Equipo Argentino de Antropología Forense, que a su vez ratificó la identidad de Gabriel, el hijo de la mujer desaparecida que tenía un año cuando ésta fue ejecutada. Fue criado por sus tíos, quienes le ocultaron la verdad por 20 años.

Irma estudió psicología, fue la responsable política en la Regional Rosario del Partido Revolucionario de los Trabajadores (PRT) y del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP). Fue secuestrada por Gustavo Bueno, Jorge Pérez Blanco y Eduardo Rebecchi en la zona sur de Rosario; permaneció en el centro clandestino de detención La Calamita, en Baigorria, y fue asesinada en 1977 en esta ciudad, en un simulacro de enfrentamiento conocido como la "Masacre de Las Verbenas y 9 de Julio". En el Registro de Desaparecidos y Fallecidos (Redefa), Montenegro lleva el número 1.319 y figura como una ejecución sumaria.

Su hijo, quien hoy tiene 38 años, quedó bajo el cuidado del hermano de Irma y la esposa de éste, quienes lo criaron como propio, ocultándole su identidad "para protegerlo", según su tío. A los 20 años, Gabriel supo la verdad por casualidad: "Buscando ropa en un cajón encontré una partida de nacimiento a mi nombre donde aparecían Irma y Angel como mis padres. Empecé a preguntar y nadie me decía nada, hasta que finalmente me contaron", relató a SL 24. "Empecé a interesarme en la vida de quien fue mi madre, en averiguar datos", agregó.

Su historia. Gabriel supo que había sido asesinada en la madrugada del 23 de junio de 1977. Aquel día fue avisada del hecho su abuela materna, quien debió presentarse en un frigorífico del Gran Rosario para reconocer los restos de su hija, quien había sido brutalmente acribillada. El cuerpo de Irma fue entregado a la familia, pero en un féretro sellado. "Mi abuela fue obligada a velarla a cajón cerrado y nunca supo fehacientemente si eran o no sus restos", explicó Gabriel, quien se fue interesando cada vez más por cómo fue la vida de su mamá y qué sucedió con ella.

Además, indagó sobre Angel, su padre biológico. "A él lo conocí cuando tenía 25 años, tras haber descubierto la verdad. Me contó que había estado preso y exiliado. En 1977 trabajaba en Acindar, lo detuvieron y lo llevaron a México y luego a Suiza. Estuve en contacto con él hasta su muerte y hoy tengo lazo con sus hijos. Me dijo que muchas veces trató de acercarse a mí, pero mi tío se lo impidió".

Gabriel comenzó a militar en el Espacio por la Verdad y la Memoria del Cordón Industrial y luego, a través del Espacio por la Memoria y de la Subsecretaría de Derechos Humanos de San Lorenzo, pidió ayuda al Equipo Argentino de Antropología Forense, que de inmediato se puso a disposición.

Exhumación. "Mi tío dejó de pagar el nicho y (los restos de Irma) pasaron a tierra. Eso complicó las cosas", comentó Gabriel. A partir de la investigación de la ex fiscal Mabel Colalongo —luego reemplazada por Gabriel Estara en la Causa Manuel Casado— el equipo forense los exhumó y las muestras obtenidas fueron cotejadas con el ADN del hijo de la víctima y con el que su tío había dejado en el Banco Nacional de Datos Genéticos.

Los resultados no dejaron dudas: esos restos son de Irma y Gabriel es su hijo biológico. "La primera sensación es extraña, de alivio por pensar que aquel velatorio que hizo mi abuela era efectivamente de su hija y de hallar a quien realmente fue mi madre", remató.

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